Visto desde el aire, el campo de refugiados de Bidi-Bidi parece una gran marea de plástico, por las lonas donadas por ACNUR para proteger las estructuras de madera de la lluvia y el sol. Tiene casi el tamaño de las dos ciudades más grandes del país, a excepción de la capital.

Situado en el norte de Uganda, Bidi-Bidi comenzó a recibir refugiados en septiembre de 2016, cuando miles de habitantes de Sudán del Sur comenzaron a llegar huyendo de la guerra civil, la mayoría niños y mujeres que tuvieron que salir con lo puesto. Con más de 300.000 habitantes, Bidi-Bidi es hoy una auténtica ciudad y el segundo mayor campo de refugiados del mundo.

ACNUR, Médicos sin Fronteras, Unicef y un largo etcétera de organizaciones humanitarias comenzaron a organizar los asentamientos, ofreciendo materiales para construir un techo, tanques de agua, clínicas para atender a los enfermos y escuelas, entre otros. Un año después estas organizaciones ya no tienen suficientes recursos para mantener la ayuda, se acabó el estado de emergencia y, por tanto, los fondos. Pero la guerra en Sudán del Sur continúa y los refugiados siguen en Bidi-Bidi.

Con esto en mente, nuestros socios locales, África Directo y Marian Brothers, decidieron organizar un programa económico para garantizar la supervivencia de la población y una vía de desarrollo sostenible. El resultado fue un programa de microcréditos productivos para mujeres que ACNUR ha elegido como modelo de integración e intervención económica en una situación de emergencia. 

La primera fase del programa consiste en incentivar el ahorro colectivo, organizando a las mujeres en grupos de al menos 7, fomentando la solidaridad y la corresponsabilidad. Durante esta fase se imparte formación sobre microcréditos, planificación y gestión de las actividades económicas, y se constituyen los llamados fondos sociales, que ofrecen préstamos sin intereses para situaciones de emergencia. Para participar del programa es necesario formar parte de un grupo de ahorro y tener una actividad productiva.

Cada mujer recibe un crédito de 22€ a un 10% de interés total a pagar semanalmente en un total de 35 semanas (9 meses) y en una cantidad semanal a determinar por cada mujer y según sus posibilidades. El ahorro del grupo sirve como garantía grupal en caso de impago. Por el momento, 150 mujeres y familias se han beneficiado ya de estos microcréditos, contribuyendo a crear una estructura económica de subsistencia en Bidi-Bidi. Nuestro objetivo es ampliar el número de beneficiarios en los próximos años.

Estamos muy orgullosos de nuestros socios locales y de su trabajo para mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas.