Capital paciente, una forma alternativa de ayudar
ARIANNE MARTÍN|Open Value FoundationConocer a Jacqueline Novogratz y aprender de su forma innovadora y disruptiva de abordar los problemas más importantes del mundo, supuso un punto de inflexión en nuestra trayectoria hacia un modelo híbrido de donaciones e inversión de impacto.

"Si pudiéramos, de alguna forma, cambiar nuestra definición de éxito de “quien tiene más dinero” a “quien crea más desarrollo humano”, tendríamos un mundo muy diferente" Jacqueline Novogratz, fundadora de Acumen
Conocer a Jacqueline Novogratz y aprender de su forma innovadora y disruptiva de abordar los problemas más importantes del mundo, supuso un punto de inflexión en nuestra trayectoria hacia un modelo híbrido de donaciones e inversión de impacto.
Por eso, el pasado jueves 16 de noviembre tuvimos la suerte de inaugurar nuestros encuentros con impacto charlando con esta pionera en el sector de la inversión de impacto. Y es que esta carismática e inspiradora mujer acuñó el término de “capital paciente”, que consiste en dejar operar al mercado para encontrar los resultados más positivos en el largo plazo. En un mundo altamente competitivo en el que la gente necesita resultados inmediatos, solo se gana si otros pierden. Los países en vías de desarrollo necesitan paciencia para crecer, la misma paciencia que se tuvo cuando se desarrollaban los países que hoy en día son las grandes potencias mundiales.
“Fundé Acumen en 2001 con la idea de buscar una forma diferente de resolver los problemas de la pobreza, invirtiendo la filantropía en forma de capital paciente para apoyar a emprendedores que estaban tratando de solucionar los problemas de la pobreza.”
Jacqueline nos habló de su trayectoria en el sector contándonos diferentes ejemplos de emprendedores y empresas sociales en varios continentes y sectores. “Aunque los mercados tienen cosas muy buenas, a veces ignoran o explotan a las personas de menos recursos. Mientras, las estrategias de ayuda diseñadas desde arriba por gobiernos y ONGs muchas veces crean enormes dependencias. Las personas, pobres o no, no solo necesitamos ingresos, sino también la dignidad para resolver nuestros propios problemas”.