La provincia de Cunene, con más de un millón de habitantes, se ubica en un contexto agroecológico de tipo semiárido. Los hogares de las zonas rurales están formados por una media de 5 personas. El 28,7% de los niños de entre 6 y 17 años nunca han ido a la escuela y el desempleo es del 20,7%. En cuanto a los servicios domésticos, solo el 23,3% de los hogares tiene acceso a agua potable, el 11,7% a electricidad y el 11,8% tiene acceso a instalaciones sanitarias adecuadas.

La población de Cunene se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad ante una situación de sequía prolongada, puesto que vive del cultivo de granos. También recolectan frutos silvestres y otros productos forestales, pero en menor cantidad. Las mujeres de esta comunidad tienen un papel fundamental en la cría y conservación de ganado pequeño, en las actividades de producción vegetal, recogida de agua e intercambios en los mercados locales.

Para paliar el riesgo de inseguridad alimentaria de las poblaciones más vulnerables del sur de Angola y mejorar la nutrición y el acceso a mejores alimentos de la población de Cunene, el proyecto Ecosan propone facilitar el acceso a los productos  forestales no madereros, principalmente la miel y frutas silvestres; y la creación de pequeñas iniciativas comerciales, de transformación, almacenamiento y envasado de miel, frutos silvestres y productos fermentados; enfocándose en la idea de que existen sistemas de producción válidos, siendo necesario adaptarlos a una situación cambiante.

Con esta iniciativa, CODESPA pone en valor la experiencia, conocimientos y metodologías que ha utilizado en 12 años de trabajo continuado en Angola con las familias de las zonas rurales, trabajando para promover el uso de semillas de calidad, sistemas de almacenamiento y prácticas agrícolas mejoradas para contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones más vulnerables.

El proyecto tiene 25 familias (125 personas) beneficiarias directas del municipio de Cuvelai; quienes pueden explotar de forma sostenible productos forestales no madereros presentes en las cercanías; produciendo miel, derivados de apicultura y frutos silvestres y realizar intercambios en los mercados locales para acceder a alimentos distintos de los disponibles en sus comunidades. Los procesos de almacenamiento, fermentación y/o deshidratación ayudan a las familias beneficiarias a utilizar estos productos en la estación seca de mayor y disminuir el riesgo de desnutrición. Además, 250 beneficiarios indirectos verán mejorada su seguridad alimentaria, teniendo un impacto significativo en su soberanía alimentaria.