En el municipio de Níjar (Almería) hay un gravísimo problema de infravivienda y chabolismo que desde hace décadas, afecta a miles de personas, generalmente trabajadores precarios en los invernaderos de la zona.

Níjar es el municipio más pobre de España, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que fija su renta per cápita anual en 7.097 euros (en contraste, el municipio más rico es Pozuelo de Alarcón, con 26.367€ per cápita).

La población residente en Níjar es de 31.916 personas (con una tasa de masculinización del 55%, lo que se correlaciona con el perfil de los trabajadores inmigrantes, predominantemente varones). En el año 2000, la localidad contaba con 16.269 vecinos, lo que supone casi un 50% de crecimiento demográfico en lo que llevamos del siglo XXI. El aumento de población no se ha visto acompañado con un aumento correlativo de la oferta de vivienda

Según el Plan Municipal de Vivienda y Suelo del Ayuntamiento de Níjar (2017) “más de 3.000 personas inmigrantes viven en situaciones de extrema necesidad en asentamientos chabolistas e infravivienda”, como cortijos abandonados, cortijos alquilados en situación precaria, casetas de invernaderos o remolques reconvertidos en vivienda, en el medio rural. En los contextos urbanos, además, nos encontramos con garajes reutilizados, edificios inacabados, habitaciones hacinadas y otros núcleos de infravivienda. Se estima que hay unos 90 asentamientos de infravivienda en el municipio de Níjar.

A nivel estatal, se calcula que el sinhogarismo afecta a entre 30.000 y 40.000 personas en toda España. Eso supondría que sólo en Níjar tendríamos más del 10% del total nacional.

Todo esto ocurre en “la huerta de Europa”, el “mar de plástico” de la industria hortfrutícola que, desde Almería, nutre las despensas del continente. La mayor parte de los trabajadores agrícolas (el 66% según datos de la Seguridad Social) son inmigrantes extranjeros. El sueldo medio oficial es de 7,20 euros la hora. Pero hay también un gran número de trabajadores irregulares en los invernaderos que suelen cobrar 5 euros la hora, en ocasiones incluso menos (por no hablar de jornadas extendidas, trabajo en fin de semana o de los impagos y otros fraudes).

El proyecto del SJM-Almería apuesta por una intervención global ante esta realidad, que pone el foco en la vivienda. Combina tres elementos fundamentales, de acuerdo con la complejidad de la realidad en Níjar:

• Presencia cercana en los asentamientos chabolistas, como un modo de asegurar el acompañamiento personal, promover las relaciones de confianza y asegurar un conocimiento cercano y matizado de la realidad.
• Intervención a través de un recurso residencial que ofrezca alojamiento digno a un grupo de personas.
• Enfoque de derechos humanos que, además de responder a las necesidades concretas, es capaz de elaborar propuestas para defender los derechos vulnerados de la población de los asentamientos; en primer lugar, el derecho a la vivienda digna, pero, interconectado con el mismo, el derecho a la salud, a la educación, a unas condiciones laborales justas, a la libertad de movimiento, a la participación ciudadana, etc.

Estos tres elementos son coherentes con los tres pasos básicos del modelo de intervención del SJM: acompañar, servir y defender.

La vivienda proporciona un espacio de hogar en que cada persona pueda desplegar su propio proyecto migratorio, al tiempo que, en conjunto, se pueda expresar y concretar una alternativa residencial y convivencial. En la media en que sea escalable, contribuirá a mejorar la situación de vivienda en el municipio de Níjar.

Se trata de ofrecer un itinerario personal acompañado, en varios ámbitos, para lograr objetivos concretos. El cumplimiento de esos objetivos perfila los criterios acerca del tiempo de estancia que en principio, se plantea como de duración media (en torno a un año de permanencia en la casa)

1. Área jurídica. Conseguir permiso de trabajo y residencia
2. Área formativa. Lograr un cierto dominio del castellano y, quizá, alguna cualificación profesional (desde cosas sencillas como certificado de manipulador de alimentos a otras más complejas como algún certificado de profesionalidad)
3. Área laboral. Conseguir contrato de trabajo
4. Área sanitaria. Normalizar el acceso al sistema sanitario, cuidar hábitos saludables de alimentación y otros
5. Área psicológica. Ayudar a sanar heridas, ofrecer un espacio de apoyo mutuo, proporcionar herramientas de crecimiento personal
6. Área relacional. Favorecer acciones de ocio saludable, deporte, relaciones con españoles. Aquí, por ejemplo, habría que aprovechar las posibilidades del pueblo (canchas deportivas, etc.) y contacto a través del voluntariado
7. Área personal. Elaborar el propio proyecto migratorio